Un enorme foso de 33 metros con 2,5 millones de litros de agua que se mantienen a una temperatura entre 30 y 33 °C. El proyecto Nemo 33 ha costado 3,2 millones de euros y su nombre es un homenaje al personaje de Julio Verne, el Capitán Nemo. La piscina que se encuentra en Bruselas, también tiene cuevas submarinas a distintos niveles y surgió de la idea de John Beernaerts, un ingeniero civil e instructor de buceo belga al que no le gustaba iniciar a los nuevos buceadores en el tempestuoso Atlántico Norte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario